La semana pasada te invitaba a animarte a cambiar la idea de vos mismo, valorándote más y experimentando ese nuevo reflejo que tu universo te mostrará.
El hecho es que estamos tan bombardeados por lo otro, lo que te conecta con lo externo y distrae de lo interno, estamos tan acostumbrados a escuchar todas esas diferencias bombardeándonos desde la mente, ese ruido interno, que le creemos.
Sin embargo, la mente nunca se sentirá satisfecha. Adondequiera que vaya estará disconforme. Aun dentro de grupos que aparentan estar unidos hay separación: las religiones se ramifican en incontables fracciones; los partidos políticos discrepan entre ellos mismos; los equipos de fútbol pelean por sus tácticas; hasta los Beatles se separaron. Adondequiera que mires hay separación, divergencia, dualidad. Entonces continuamos con nuestra búsqueda, rechazando a otros grupos por considerar que están errados. O nos fanatizamos por la perspectiva particular de la organización o religión que escogimos, en nuestra desesperada necesidad de convencernos a nosotros mismos y al mundo que tenemos razón. En busca de la unidad, en realidad estamos creando más separación, a medida que nuestros prejuicios y opiniones nos distancian aún más del resto de la humanidad, en lugar de unirnos en el amor.
La ironía es: somos exactamente iguales, solo que nuestra percepción es diferente. No importa adonde vayas en el mundo, todos están buscando amor. Todos estamos buscando amor. Todos buscamos regresar a casa. Todos hemos sufrido autoabuso y todos nos percibimos a nosotros mismos como indignos de amor, con múltiples máscaras cubriendo las cosas que consideramos pecados. Todo el mundo está representando su papel en esta gran ópera llamada vida, como actores en un escenario, cada uno con su propio rol para interpretar. Algunos son caballeros de brillante armadura, otros, misteriosos villanos, pero la verdad nuestra esencia, nuestra grandeza, es infinitamente el amor. Todos, donde quiera que sea, pueden elegir ser eso. El amor-conciencia es inspirado por el corazón de las personas y admira la grandeza, sin tener en cuenta la opinión de los individuos. Es tocado por la pasión de visionarios con caminos de vida diferentes y hasta opuestos: pueden provenir de partidos políticos diferentes, pueden tener sistemas de creencias totalmente incompatibles, pero no son sus políticas o sus puntos de vista lo que se admira, sino la verdad en sus corazones. De esto se trata la vida. Se trata de ser fiel a tu corazón. No se trata de tener o no tener la razón. Si votas por la izquierda, la derecha va a decir que estás equivocado. Si votas por la derecha, la izquierda va a decir que estás equivocado. Y si no votas, ¡ambos van a decir que estás equivocado! Siempre habrá unos que estén de acuerdo contigo y muchos que no. El concepto de paz mundial, la visión de un mundo unido en el amor, está más allá del intelecto. Su verdadera naturaleza está más allá de todos los sistemas de creencias, porque los sistemas de creencias están basados en la diferencia de opiniones. La iniciativa de la paz mundial, entonces, debe estar basada en algo mucho más grande, de mucha mayor importancia, algo permanente: debe estar basada en el amor incondicional. Mi invitación, mi propuesta es la de revalorizar, la de descubrir el verdadero valor del amor, experimentarlo y compartirlo. ¿Me acompañas en esto? Seguiremos desmenuzando las formas de hacerlo la próxima semana. Mientras tanto, podrás seguir observándote, cambiar las formas que por inercia buscan actuar, eligiendo una acción llena de valoración por todo. De esta forma podrás apreciar y ver el propio potencial y pasión que te guiarán.
Por ISHA
No hay comentarios:
Publicar un comentario