Algo que interfiere considerablemente en las relaciones humanas es con seguridad la protección de nuestra propia imagen, ese lugar donde hay más interés en uno mismo que en compartir, en dar en bien del logro común.
Si esto resuena en ti, puedes elegir el cambio: ser espontáneo, real, transparente, una persona genuina. Puedes dejar de usar máscaras, dejar de analizar, dejar de enfocarte en lo que los otros pensarán de ti, dejar de competir. Ser inocente y anclarte en el momento presente. De esta manera verás que soltarás más fácilmente la idea de cómo tendrías que ser.
Saltar a defender la imagen, tirarse para abajo en algo, o compararse, es parte de lo mismo. Nadie es mejor siendo tú, que tú mismo. Entonces, empieza a ser tú mismo y vas a descubrir que eres tan increíble, tan amoroso, tan abierto, tan espontáneo, tan feliz, que no lo vas a poder creer. Y… ¡sí!, recién ahora lo descubres, pues nunca antes habías puesto tu atención en esa posibilidad siquiera.
Pero sentimos que el modificarlo es algo que no nos sale natural aún.
¿Qué hacemos? Es sencillo: uno ve el conflicto exterior y va hacia adentro. Ve la violencia externa y va hacia adentro. Ve los juicios o la situación de fricción y va hacia adentro. Yendo hacia adentro podemos conectarnos con lo que eso nos hace sentir. Y entonces podemos ser conscientes de que necesitamos encontrar esa seguridad interna porque que en realidad, estamos actuando así por miedo. Y al hacer esto, ya nos estamos amando. Necesito encontrar el amor dentro de mí, porque tengo miedo. Lo más interesante es que cuando vas hacia adentro y te permites sentir, todo eso que tú percibías en el afuera a través de tu miedo, comienza a cambiar. Tu percepción cambia.
Es muy importante observar con qué alimentas tu mente. Puedes elegir y consumir aquello que te ayude en tu proceso de transformación y crecimiento. Enfócate en la conciencia, lee conciencia, mira conciencia, habla con gente enfocada en la conciencia. Para de alimentar el drama. Deja de mirar todo aquello que te muestra lo que crees que está mal. Y si no sabes qué mirar, pues mira el canal Animal Planet. Algo que te ilumine un poquito más. Encuentra paz. Porque hay muchas cosas hermosas sucediendo en el mundo. De verdad, cosas increíbles. Todo está progresando, todo está evolucionando, cantidad de gente está enfocada en asuntos espirituales, las religiones se están uniendo. Hay cosas muy hermosas sucediendo. Cosas muy positivas. Así que enfócate en eso.
Tú decides cuál es tu realidad. Te puedes enfocar en toda la miseria del mundo si quieres sentirte miserable. O te puedes enfocar en lo que quieres crear. ¿Piensas que eso es ser irresponsable, que eso significa que no te importa? ¡Claro que te importa, por eso estás haciendo esto, porque te importa profundamente! Pero el estar sufriendo por sufrir no sirve, la violencia para combatir violencia, no sirve.
Tú eliges y ejerces tu responsabilidad, transformándote y generando cambio en toda tu acción. De usar máscaras – cuando sólo te interesaba sobresalir – pasas a ser verdadero y a actuar para lograr lo mejor para todos, cooperando con todo lo que se haga para lograr lo mejor. Dejas de competir y pasas a cooperar, dejas de tomar y pasas a dar, de un “solo yo” pasas a un “nosotros”, y así vas agregando al tejido que conforma esta humanidad con tus acciones que definen a un ciudadano global, pues lo que tú estas haciendo en tu entorno afecta al todo, ya que cada uno de nosotros somos todo. Espero que disfrutes este nuevo viaje en tu vida, donde vivirás no menos que la abundancia infinita del amor, la dicha y la paz.
Tenemos que aprender a enfocarnos en el amor, ésa es la verdadera responsabilidad. El estar mirando todas las cosas horrorosas, eso no es responsabilidad. Enfocarse en el amor, enfocarse en sanar el planeta, enfocarse en elevar la conciencia, enfocarse en ser uno mismo la dicha, para que entonces puedas dar de esa abundancia a la gente que sí lo necesita: eso es responsabilidad. Recuerda, la verdadera naturaleza de la conciencia es DAR.
Si esto resuena en ti, puedes elegir el cambio: ser espontáneo, real, transparente, una persona genuina. Puedes dejar de usar máscaras, dejar de analizar, dejar de enfocarte en lo que los otros pensarán de ti, dejar de competir. Ser inocente y anclarte en el momento presente. De esta manera verás que soltarás más fácilmente la idea de cómo tendrías que ser.
Saltar a defender la imagen, tirarse para abajo en algo, o compararse, es parte de lo mismo. Nadie es mejor siendo tú, que tú mismo. Entonces, empieza a ser tú mismo y vas a descubrir que eres tan increíble, tan amoroso, tan abierto, tan espontáneo, tan feliz, que no lo vas a poder creer. Y… ¡sí!, recién ahora lo descubres, pues nunca antes habías puesto tu atención en esa posibilidad siquiera.
Pero sentimos que el modificarlo es algo que no nos sale natural aún.
¿Qué hacemos? Es sencillo: uno ve el conflicto exterior y va hacia adentro. Ve la violencia externa y va hacia adentro. Ve los juicios o la situación de fricción y va hacia adentro. Yendo hacia adentro podemos conectarnos con lo que eso nos hace sentir. Y entonces podemos ser conscientes de que necesitamos encontrar esa seguridad interna porque que en realidad, estamos actuando así por miedo. Y al hacer esto, ya nos estamos amando. Necesito encontrar el amor dentro de mí, porque tengo miedo. Lo más interesante es que cuando vas hacia adentro y te permites sentir, todo eso que tú percibías en el afuera a través de tu miedo, comienza a cambiar. Tu percepción cambia.
Es muy importante observar con qué alimentas tu mente. Puedes elegir y consumir aquello que te ayude en tu proceso de transformación y crecimiento. Enfócate en la conciencia, lee conciencia, mira conciencia, habla con gente enfocada en la conciencia. Para de alimentar el drama. Deja de mirar todo aquello que te muestra lo que crees que está mal. Y si no sabes qué mirar, pues mira el canal Animal Planet. Algo que te ilumine un poquito más. Encuentra paz. Porque hay muchas cosas hermosas sucediendo en el mundo. De verdad, cosas increíbles. Todo está progresando, todo está evolucionando, cantidad de gente está enfocada en asuntos espirituales, las religiones se están uniendo. Hay cosas muy hermosas sucediendo. Cosas muy positivas. Así que enfócate en eso.
Tú decides cuál es tu realidad. Te puedes enfocar en toda la miseria del mundo si quieres sentirte miserable. O te puedes enfocar en lo que quieres crear. ¿Piensas que eso es ser irresponsable, que eso significa que no te importa? ¡Claro que te importa, por eso estás haciendo esto, porque te importa profundamente! Pero el estar sufriendo por sufrir no sirve, la violencia para combatir violencia, no sirve.
Tú eliges y ejerces tu responsabilidad, transformándote y generando cambio en toda tu acción. De usar máscaras – cuando sólo te interesaba sobresalir – pasas a ser verdadero y a actuar para lograr lo mejor para todos, cooperando con todo lo que se haga para lograr lo mejor. Dejas de competir y pasas a cooperar, dejas de tomar y pasas a dar, de un “solo yo” pasas a un “nosotros”, y así vas agregando al tejido que conforma esta humanidad con tus acciones que definen a un ciudadano global, pues lo que tú estas haciendo en tu entorno afecta al todo, ya que cada uno de nosotros somos todo. Espero que disfrutes este nuevo viaje en tu vida, donde vivirás no menos que la abundancia infinita del amor, la dicha y la paz.
Tenemos que aprender a enfocarnos en el amor, ésa es la verdadera responsabilidad. El estar mirando todas las cosas horrorosas, eso no es responsabilidad. Enfocarse en el amor, enfocarse en sanar el planeta, enfocarse en elevar la conciencia, enfocarse en ser uno mismo la dicha, para que entonces puedas dar de esa abundancia a la gente que sí lo necesita: eso es responsabilidad. Recuerda, la verdadera naturaleza de la conciencia es DAR.
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