La filosofía huna es una filosofía
muy antigua de la Polinesia. Es una filosofía práctica de la
vida, que estaba implícita en la cultura y en muchas de las disciplinas que allí
se practicaban, entre ellas, el chamanismo. La palabra Huna tiene diversos
significados.
En este contexto quiere decir básicamente
oculto o secreto, en el sentido de algo que no podemos ver a simple vista.
Serge Kahili King, chamán y psicólogo
norteamericano ha contribuido enormemente a explicitar en términos
actuales esta filosofía y a difundirla en su país y en otros
países
del mundo. Es una filosofía que a mi entender expresa en forma clara, simple y
explícita
conceptos o verdades universales.
Postula siete principios que pueden ser considerados herramientas conceptuales y prácticas para:
- organizar nuestra experiencia de la realidad
- transformar nuestra experiencia de la realidad
- crecer y desarrollar nuestro potencial
- lograr metas u objetivos de toda índole
- generar mayor bienestar, armonía, confianza
y poder en nuestra vida
Los principios están expresados en forma clara y
simple y pueden ser aplicados a cualquier aspecto de la experiencia humana.
Algunas personas asocian lo simple con lo superficial y lo complicado con lo
profundo pero dicha asociación en general no es válida
y menos aún
en este caso. Los principios del huna son también muy profundos.
Cada principio es un enunciado del que se pueden desprender
diferentes sentidos. Cada sentido tiene a su vez una serie de implicaciones de
orden práctico
y filosófico
cuya comprensión y aplicación nos lleva a niveles cada vez
más
profundos de transformación.
Al mismo tiempo generalmente son difíciles de
aplicar. Como ocurre con cualquier aprendizaje, lo más difícil
suele ser crear el hábito, o sea la práctica y ejercitación.
En general, la mayor dificultad está en recordarlos y utilizarlos
sistemáticamente
y seguir haciéndolo aún cuando no siempre se
registren resultados inmediatos al hacerlo.
Si bien cada principio es una herramienta efectiva en sí
misma es al mismo tiempo parte de un conjunto que le da sentido. Por lo tanto,
cuando se selecciona algún principio en particular para trabajar sobre una
situación
determinada, resulta conveniente utilizarlo teniendo en cuenta el conjunto del
que forma parte.
Los Principios:
IKE - El mundo es lo que piensa que es.
KALA - No hay límites.
MAKIA - La energía fluye donde va la
atención.
MANAWA (hombre-ah-wah) - Ahora es el
momento de poder.
ALOHA - Amar es ser feliz con (alguien o
algo).
MANA - Todo el poder viene de dentro.
PONO - La eficacia es la medida de la verdad.
es
El pensar está tomado aquí
en un sentido amplio, en el que están incluidas las ideas,
creencias, convicciones, supuestos e imágenes mentales, tanto en su
aspecto conciente como inconsciente. Este principio sostiene básicamente
que nuestros pensamientos contribuyen a generar nuestra experiencia de la
realidad.
Dicho principio se puede entender en un nivel más
literal y en otro más metafísico o esotérico.
Desde un punto de vista más literal lo que asevera es que no son los hechos
los que determinan nuestra experiencia de la realidad, sino las ideas, juicios
e interpretaciones acerca de ellos. Por ejemplo, lograr un ascenso en el
trabajo es un hecho. Este hecho cambia nuestra realidad, pero el cambio depende
no sólo
del hecho, sino de nuestras creencias (concientes e inconscientes) respecto del
mismo. Si pensamos por ejemplo, que somos aptos para el nuevo empleo, que éste
es merecido y favorable a nuestro crecimiento, tendremos un tipo particular de
experiencia. Si pensamos en cambio, que el nuevo puesto implica demasiada
responsabilidad, que no estamos capacitados para él o que otra persona está
más
preparada que nosotros para esa función, nuestra experiencia será
muy diferente.
En un nivel menos evidente lo que afirma este principio es
que fueron también nuestras creencias y convicciones las que
contribuyeron al ascenso. Decimos contribuyeron porque nosotros no controlamos
la realidad. La realidad es el resultado de la confluencia de infinidad de
variables. Nuestras creencias pueden favorecer o no el ascenso, no pueden
determinar que suceda en un momento y lugar determinados. La imagen que tenemos
de nosotros mismos, las creencias respecto de cómo somos y de cuáles
son nuestros talentos, defectos y posibilidades en la vida abrirán
algunos caminos y cerrarán otros, facilitarán ciertos logros y no otros. En
relación
al ejemplo del ascenso, podríamos decir que si en líneas
generales creemos que podemos lograr mejores posiciones laborales, es más
factible que las logremos. No podemos forzar un ascenso, pero si podemos crear
condiciones para lograr de alguna manera un puesto mejor en algún
momento.
Desde una perspectiva más metafísica y esotérica,
la aseveración subyacente a este principio es que los
pensamientos son energía electromagnética. Los pensamientos son una
forma muy sutil de materia, son energía. Esta energía
tiene la capacidad de atraer circunstancias, a la manera de un imán,
y de cristalizarse en lo que llamamos realidad objetiva. Qué
quiere decir esto? que la energía de los pensamientos, cuando
tiene suficiente fuerza o carga energética crea formas. Crea lo que
somos y nuestras circunstancias. Si tomamos nuevamente el ejemplo del ascenso,
podríamos
decir que una fuerte convicción respecto de que lograremos un
mejor puesto puede atraer concretamente esta posibilidad de diferentes maneras.
Quizás
vemos casualmente un aviso en el diario, cuando no solemos leer ese diario, o
un amigo nos llama para darnos esa información, o alguien nos ofrece una
conexión
inesperada. El pensamiento "estoy convencido de que puedo encontrar un
trabajo mejor" se manifiesta concretamente en una cadena de
acontecimientos que pueden concluir en la oferta de un mejor trabajo.
Una vez más, esto no quiere decir que
individualmente podemos concretar todo lo que queremos en cada momento. Para
generar la energía suficiente para que algo se manifieste muchas
veces necesitamos que todo un grupo humano o comunidad piense en la misma
dirección.
Para llegar a la Luna, por ejemplo, fue necesario esperar a que mucha gente lo
creyera posible. Mucho antes de que comenzaran los preparativos concretos para
esta travesía había sido sólo una fantasía
de algunos, pero pudo concretarse cuando muchos la creyeron posible.
Cuando tienen la fuerza necesaria nuestros pensamientos
producen efectos en nuestro cuerpo, en nuestra salud, en nuestra relación
con nosotros mismos y con otros. Pueden también manifestar nuestros deseos,
metas y proyectos. Los pensamientos operan como co-creadores de nuestra
realidad. En líneas generales, pensamientos saludables crean
condiciones físicas saludables, pensamientos armoniosos generan
relaciones armoniosas, creencias de prosperidad generan prosperidad.
¿Quién no ha tenido la experiencia de estar pensando en
una persona y al rato recibir su llamado? o a la inversa, tener el impulso de
llamar a alguien y enterarse de que esa persona estaba pensando en uno en ese
momento?. Como estos se podrían citar muchos ejemplos para
dar cuenta de uno de los significados de este principio: que todo está
conectado. En términos del espíritu, de la información
y la energía
no existen separaciones, no hay fronteras ni límites, todo se conecta y
comunica entre sí. Nuestra mente con nuestro cuerpo y viceversa, las
personas entre sí, las personas con el medio ambiente y éste
con las personas, etc. Recibimos y emitimos información y estamos
conectados espiritual y energéticamente con todo lo que nos
rodea, aún
cuando por distintos motivos no seamos totalmente concientes de ello. La
telepatía
y la clarividencia por ejemplo, son posibles por esta razón.
Podemos recibir y emitir información de y a todo lo que nos rodea,
independientemente de la distancia a la que se encuentre aquello con lo que
establecemos contacto, precisamente porque no existen fronteras.
El otro sentido de este principio tiene que ver con que todo
es posible, o sea, que no existen límites para las posibilidades.
En campos de la ciencia, la educación, la tecnología
y la informática, existen muchos ejemplos de cosas que se
consideraban imposibles y que ahora no lo son. La ciencia y la tecnología
nos han permitido trascender los límites de nuestro sistema perceptual.
Como todo el mundo sabe, se inventaron instrumentos que pueden captar y
transmitir cosas que nuestros sentidos naturales no captan. Ahora podemos ver
cosas, a través de estos instrumentos, que hasta hace un tiempo se
consideraban imposibles de ver o que eran desconocidas para el hombre. Hasta
hace relativamente poco tiempo se pensaba que los niños con síndrome
de Down tenían muy escasa posibilidad de aprendizaje. Hoy en día
con programas y métodos adecuados se está logrando que estos niños
aprendan mucho más de lo que solían aprender.
La cuestión es que todo es posible si
descubrimos cómo hacerlo y si mantenemos flexibles nuestras
expectativas en relación a los resultados y a los métodos que
empleamos. Este principio no dice que todo es posible para un individuo en
particular, en determinado tiempo, lugar y forma. Dice que todo es posible en términos
más
universales. Para hacer posibles ciertas cuestiones se requiere del deseo, la
dedicación
y el trabajo mancomunado de un grupo de individuos. Para otras, es necesario
que se den primero ciertas circunstancias para que luego otras cosas sean
posibles.
Pero la cuestión aquí es que si
pensamos que algo es posible de alguna manera podemos contribuir a que lo sea,
mientras que si pensamos que no lo es, no estamos colaborando para que lo sea.
En un plano más individual y de interrelación
la gran mayoría de las personas tienen ideas (concientes o
inconscientes) respecto de lo que pueden ser, hacer o tener en la vida que
establecen límites a sus posibilidades. Lo que es importante
tener presente es que en general estos límites son sólo
supuestos y no límites "verdaderos" respecto de lo que es o
no posible para nosotros. También en un plano individual todo
es posible si descubrimos cómo hacerlo, es decir, cómo
transformar nuestra auto imagen, nuestros pensamientos y acciones y si nos
mantenemos además, flexibles en relación a nuestras expectativas,
procesos y resultados.
3. MAKIA - La energía fluye donde va la atención.
Este principio alude a cómo es el fenómeno
de la energía. Nos dice que la misma fluye naturalmente allí
donde ponemos la atención. Si dirigimos la atención a alguna
parte del cuerpo, allí va la energía automáticamente.
Aquello que recibe nuestra atención se energiza, de manera que
nuestros pensamientos más frecuentes son los que tienen más
fuerza y poder, porque son los que reciben más atención. Como hemos
visto al referirnos al primer principio los pensamientos son energía
electromagnética. Hemos dicho también que cuando
los mismos tienen suficiente fuerza se manifiestan de alguna manera en lo
concreto. Este principio da cuenta precisamente de cómo es el
proceso por el cual los pensamientos toman fuerza y cómo es el
mecanismo por el cual le podemos dar poder a algo. Dice que todo aquello en lo
que centramos sostenidamente la atención, tanto en forma automática
o voluntaria como en forma conciente o inconsciente, adquiere fuerza y
prevalencia en nuestra vida. Si ponemos mucha atención en un
problema o en un malestar, éstos se acrecientan. Si ponemos
en cambio, la atención en las posibles soluciones o en el bienestar
deseado, eso es lo que facilitamos.
4. MANAWA - Ahora es el momento de
poder.
Del pasado extraemos experiencia, hacia el futuro trazamos
una dirección y en el presente es donde tenemos el poder para
hacer algo con lo aprendido, con nuestros deseos y proyectos. Se ha hablado
mucho ya respecto de que el presente es lo único real en términos
existenciales, puesto que el pasado es sólo recuerdo y el futuro sólo
imaginación.
Pero aún
cuando en términos existenciales esto sea claro, en términos
psicológicos
mucha gente vive más en el pasado o en el futuro que en el presente. Y
qué
sucede entonces? Se pierde el contacto con la fuente de poder. Este principio
nos dice en forma clara y simple cómo podemos conectarnos con
nuestro poder: enfocando la atención en el momento presente. No
dice que es malo ir al pasado o al futuro. Muchas veces puede ser necesario. Lo
que dice es que si nuestra atención se queda allí
nos desconectamos de nuestro poder y que para recuperarlo es necesario volver
al presente. Para enfocarse en el presente sólo es necesario tomar la decisión
de conectarse con el ahora en algún plano de la existencia o en
todos ellos: el ahora del cuerpo, de la mente, de las acciones o del espíritu.
El amor se entiende en esta filosofía como un
tipo particular de energía y acción y no como un sentimiento. El
sentir amor es algo que completa la experiencia, pero no es lo que define la
cualidad de esta energía ni las acciones que la misma conlleva.
Desde un punto de vista energético el amor es una fuerza de
unión.
La energía
contraria es la energía de separación. Cuando uno vibra con la
energía
de amor se siente unido a algo o a alguien. El tipo de acciones que se derivan
de esta energía y que contribuyen a incrementarla son las acciones
de valorar, reconocer, admirar, apreciar y agradecer a algo o a alguien. De
manera que cuando realizamos alguna de estas acciones estamos incrementando la
energía
del amor en la relación con nosotros mismos, con los demás
y/o con el medio.
El principio dice que cuando amamos somos felices. De manera
que si queremos ser felices con algo es necesario que lo amemos. Como el amor
es una acción y una energía, no dependemos de ningún
sentimiento para acrecentar el amor en nuestra vida: lo que se requiere es que
realicemos y practiquemos las acciones que conducen a él, que son,
como hemos dicho, la valoración, el reconocimiento, la
admiración,
la apreciación y el agradecimiento.
La acción mental contraria al amor es
la crítica.
Cada vez que criticamos a algo o a alguien (incluyendo a nosotros mismos)
vibramos en una energía contraria al amor. De manera que cada vez que
criticamos generamos infelicidad. Generalmente la idea es que si criticamos
vamos a mejorar algo, pero el efecto es el opuesto al buscado porque, como
hemos dicho, lo que generamos es infelicidad y separación. Para esta
filosofía
si existe infelicidad no hemos mejorado en lo esencial.
La energía de separación
se experimenta emocionalmente como miedo. El miedo es la emoción
que sentimos cuando vibramos con esa energía, cuando nos sentimos solos y
separados. Si tenemos miedo el camino no es combatirlo, sino generar más
poder y amor. Cuando estamos llenos de poder y amor, el miedo no tiene lugar,
desaparece. Como hemos visto en referencia al principio anterior, nuestro poder
se incrementa cuando estamos enfocados en el presente y como vimos en relación
a este principio, nuestro amor aumenta cuando realizamos las acciones que nos
llevan a vibrar con la energía de unión.
Todo en la naturaleza tiene poder. El poder es energía
dirigida a un propósito. De manera que todo tiene propósito.
Cada aspecto del todo, cada ser en la naturaleza tiene su propio propósito.
Los seres humanos, al igual que todo en el universo, tienen
poder. Este poder se expresa en los diferentes aspectos o planos del ser como
poder físico,
emocional, mental y espiritual. Habitualmente hablamos de tener más
o menos poder. Desde esta filosofía lo que en realidad tenemos es
mayor o menor conexión con fuentes de energía, mayor o menor fluidez de la
energía
en nuestro sistema y mayor o menor capacidad de dirigir intencionalmente esta energía
hacia una meta.
La conexión con fuentes de energía
puede ser entendida básicamente de tres maneras diferentes, dependiendo de
las creencias que se tengan al respecto: conexión con fuentes internas, con
fuentes externas o con ambas. Desde el punto de vista de esta filosofía
nosotros no somos la fuente única, ni última
de energía
y poder, porque todo tiene poder en el Universo. Como hemos dicho, podemos
generar nuestro propio poder y podemos también conectarnos con fuentes de
poder que están más allá de nosotros,
para acrecentar el propio. Como el Universo es infinito, el poder del Universo
es también
infinito. Cuanto más estemos conectados con el Universo mayor será
nuestro poder. Pero de nosotros depende esta conexión. Tener
poder implica tener responsabilidad y decisión, de manera que nosotros
decidimos (conciente o inconscientemente) cuánto, cómo y de qué
manera establecemos estas conexiones con nuestro propio poder individual y con
otros poderes más allá de nosotros, tales como el
poder de otros seres, de la naturaleza, y del Cosmos. Es por ello que cuanto más
amor tenemos, más poder tenemos, porque estamos más
unidos y más
conectados con más fuentes de poder. Cuando los distintos poderes están
conectados y en armonía se benefician mutuamente, se influyen
favorablemente y de esa manera se cumplen los propósitos de
todas las partes en relación, al mismo tiempo que el propósito
del Todo. Por eso no hay mayor poder que el poder del amor.
7. PONO – La
eficacia es la medida de la verdad
La filosofía Huna es eminentemente práctica.
No propone verdades ni métodos absolutos. Desde esta filosofía
aún
estos siete principios son relativos. Son ideas o herramientas efectivas para
lograr felicidad y bienestar en la vida, pero existen y se pueden proponer
otras igualmente válidas o efectivas.
Este principio sostiene por lo tanto que todo es relativo en
términos
de verdades y métodos. Establece que el resultado es el parámetro de verdad. Afirma que sólo
podemos saber si algo es verdadero o no por los efectos que produce. Esto
implica que lo que es verdad para unos pueda no serlo para otros, que lo que
para algunos funcione no funcione para otros.
También propone una forma de dirigir la atención
en la vida: propone que busquemos lo efectivo y que a través
de ello encontremos lo verdadero.
Este principio también dice que siempre hay muchas
maneras diferentes de hacer las cosas, de llegar a los resultados deseados,
porque en él
está
subyacente la idea de que puede haber muchas formas efectivas de lograr algo.
Existe otra idea, menos evidente, implícita
en este principio, cuando se lo considera a la luz del conjunto de los 7
principios y es que los medios determinan los fines. Medios armónicos
producen efectos armónicos y medios inarmónicos producen efectos inarmónicos.
Desde este punto de vista hay efectividad sólo cuando el resultado es armónico
y como hemos visto, sólo hay armonía cuando hay amor.
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