Le he preguntado a algunas personas: ¿Cuál
es tu mayor deseo en la vida? Y me han respondido: escribir. Y vuelvo a
preguntarle(s): ¿Por qué no lo has hecho? Entonces responden: por miedo.
Miedo de situaciones como:
1. El qué dirán las demás
personas cuando me lean. Temo sus críticas, sus juicios. Temo
incluso su aprobación.
2. Tengo miedo de sobresalir de entre la multitud, de mostrar
mi rostro, de ser visible.
3. Tengo miedo de ser éxitos@ y también
tengo miedo de fracasar.
Y estos son, miedos razonables; porque son muy humanos y
porque provienen del acto de razonar. Y nosotros razonamos (vivimos en el
pasado) todo el tiempo.
Yo no tuve la oportunidad de experimentar el
miedo de la
misma forma que otras personas, ya que no esperaba nada ni a nadie. No esperaba
nada de mí.
Simplemente tenía el deseo de escribir, así que un buen
día
abrí
un blog en la red y comencé a hacerlo. En cada palabra era
(soy) yo misma. Nada más importaba, ni siquiera que la claridad, el orden o
la lucidez brillaran por su ausencia.
Escribía por placer, por gusto, por amor al arte, no para
llegarte, no para ganar dinero, no para ganar un lugar, prestigio o respeto. Y
cuando escribes sin intención de nada, ya tienes todo a tu
favor porque lo poco o mucho que llegue a tu vida a partir de tus textos ya es
ganancia. Si únicamente llega un lector o lectora que conecta
contigo, si sólo esa persona se beneficia de tus escritos, ya
hiciste un trabajo perfecto, tu esencia iluminó la vida de alguien. Ese es el
propósito
final de escribir.
Una de las cosas que siempre te he dicho es que no estoy de
acuerdo con las etiquetas. No soy el tipo de mujer que está
interesada en ser la “buena” de la película. No intento venderte la
imagen de que tengo una sonrisa permanente en el rostro o de que voy a
responder positivamente a lo que en determinado momento me plantees porque soy
el resultado final de tus creencias. Con base en esto te escribo.
Entonces sólo hazlo!.
¿Y qué si eres cursi? Las personas enamoradas amamos lo
cursi.
¿Que no tienes buena ortografía? Pues si le duelen los ojos a
quien te lee no es tu problema. Allá ellos si se pierden de tu
mensaje.
¿Que no te sabes expresar? Hay una expresión
que vale más
que las palabras y es aquella que sale del corazón porque llegará
a otro corazón, te lo aseguro.
Entonces no dejes que te asuste tu propio brillo, porque ya
eres una estrella. Tampoco tienes que ser como crees que el mundo espera que
seas. Sólo
muéstrale
tu rostro y así como eres serás amad@. Eso me lo enseñaste
tú.
Gracias por eso.
Gracias por leerme.
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