Sé la Flor de tu vecino. Por Tahita

Hace unos tres meses, una pareja de narcotraficantes tomaron una casa pegada a la que habito. Se instalaron en ella, y se dedicaban todo el día y parte de la noche a vender su mercadería impunemente, con protección de alguien poderoso. El hombre, retirado de las fuerzas de seguridad, era recio y obeso, y la mujer muy morena y delgada, más joven que él, vivía en una especie de esclavitud, ya que el hombre apenas se movía y ella  se ocupaba de toda tarea. Trajeron ocho perros, un gato…que por supuesto terminó comiendo en mi ventana…y un caballo!

Donde vivo está prohibido tener un caballo ya que es zona urbanizada, pero  ellos hacían caso omiso a cualquier comentario o denuncia de otras personas. Estaban realmente protegidos por alguien importante. La  situación era que el caballo, pobrecito, atado a un árbol con apenas metro y medio de soga,  estaba  con mucha hambre y se comía por encima de la verja las madreselvas que tanto amo…y lo que era aún peor…el olor de su orín y excrementos reemplazó poco a poco la fragancia de mis flores, en el espacio natural en el que medito o reposo, bajo los árboles. Estábamos condenados a vivir encerrados ya que quien conozca de caballos sabrá que el orín es tan fuerte que no se soporta su hedor…por eso en el campo, cuando tuve caballos…los establos y potreros se situaban muy lejos de las viviendas.

En esa situación…y no logrando una buena comunicación con dichos vecinos que no trataban a nadie, salvo a sus clientes, salí una siesta  bajo los árboles a meditar…mas cuando el viento cambió y se redireccionó…el olor me hacía desconcentrarme…Estaba muy enojada!!!...no con el pobre animal, sino con sus  desconsiderados  tenedores, que lo habían embargado a un pobre adicto que no podía pagarles la droga…y lloraba en mi puerta para que le devolvieran a “Pachencho” …que así se llamaba el potrillo. Me senté y traté de conectarme internamente pero con mi pensamiento en  ese olor  penetrante…entonces, como ocurre cada vez que una visión o un mensaje llega,  me sacudió un repentino mareo…surgió de mi tercer ojo el habitual remolino dimensional que desde niña me cambia de plano…y escuché que se me decía…”SÉ LA FLOR DE TU VECINO”…por minutos no pude moverme…mas me embriagó una fragancia exquisita, como en otras ocasiones me sucediera, mas  distinta, tan  llena de amor!…es difícil explicar que en otros planos el aroma, la visión ,el amor, y todo, se percibe como una sola cosa…mas así estuve varios minutos…y al reaccionar solo me quedó esa fragancia que comenzó a mezclarse con el desagradable olor…y las palabras. Evidentemente se me pedía que ante  cualquier acto desconsiderado, respondiera con amor…con mi fragancia de Amor..siendo… LA FLOR DE MI VECINO. Por supuesto, así lo hice…y como siempre la situación cambia, si cambiamos.

Me acerqué a la mujer…le dije de manera afable que su caballo comía mis madreselvas...ella me explicó que su marido estaba con un serio problema diabético y no tenían dinero para la alfalfa del animal. Salí a la  sierra y recogí pezuña de vaca que es un arbusto muy bueno para la diabetes se lo llevé y le dí  el dinero para un fardo de alfalfa. Me miraba atónita, ya que nadie les hablaba, considerándoles delincuentes,  ni mucho menos les habían dado ayuda. Me lo aceptó …al otro día el caballo tenía alimento, su marido había mejorado y dejaron en mi ventana envuelto en un papel precario un pan que habían cocinado en su horno de barro.

A la semana abandonaron la casa y partieron  con sus animales con destino desconocido. Mi aprendizaje había terminado, y al hacerlo, se esfumó la prueba.

Solo puedo decirles que siempre escuchen  y obedezcan a su aspecto divino…y que aún no escuchándolo traten, ante cualquier conflicto, de SER LA FLOR DE SU VECINO…sea quien sea….Es familia. Recordarlo y actuar con comprensión, con amor y sin juicio, cambia todas las circunstancias en las que nos relacionamos.

Prueba….SÉ LA FLOR DE TU VECINO. Que la fragancia de tu Amor haga la diferencia.

Con Amor-

Su  Hermana Tahíta-