Escribió Cortázar, que nada está perdido,
si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar
de nuevo. Y estoy completamente de acuerdo.
Esto quiere decir que cuando eres sincera
contigo, cuando te dices la verdad respecto de lo que sientes y lo asumes al
100%, con lágrimas en los ojos o no, justo ahí cuando sientes, cuando lo
sientes, cuando lo traes a la luz, estás lista para volver a empezar.
Cuando alguien «se vuelve pedacitos», o
mejor aún, partículas, eso es polvo. Y del polvo nacimos. Así que volverse
polvo también
es renacer.
Quizás te digas:
Me siento tan infeliz, desdichada, sola
abandonada, triste, (o lo que quieras agregarle).
Me siento tan vuelta pedacitos, que no sé
si pueda volver a reconstruirme.
Y lloro por eso…
Océanos.
Y miro todo ese dolor que cargo, y no
sé cómo hacerlo desaparecer.
Sin embargo…
Una voz me dice que no luche, que no lo
desaparezca.
Y mi corazón escucha.
Silencio.
Ya no quiero desaparecerlo.
Debo fundirlo en mí.
Está flotando a un lado porque creo que
viene a destruirme.
Creo que es malo.
Y creer esto me causa dolor.
Así que respiro.
Inhalo.
Exhalo.
Son memorias viejas.
¿Ni siquiera son mías sabes?
Vienen a través de mí porque tienen sed.
Y Yo Soy un río de vida. Soy agua.
Y lo saben.
Soy la única que puede darles de beber.
De modo que les digo humildemente:
GRACIAS POR VOLVER.
Por ayudar. Yo puedo limpiar.
GRACIAS.
Eras la pieza faltante.
GRACIAS.
Aprendí a creer que todo este dolor era yo,
pero no soy yo.
Yo soy un río de vida. Soy movimiento.
GRACIAS.
Respiro.
Todo esto cabe en el amor que Yo Soy.
Todo se disuelve en el amor que Yo Soy.
Acepto.
Y entre todo este llanto, sonrío.
GRACIAS.
Sonrío.
Lloro. Y sonrío.
La vida es corta. Es una ensoñación.
Sonrío.
Gracias por todo esto. Solo gracias.
Ahora estoy vestida de gratitud.
Sin historias en mi cabeza.
Gracias.
A todo lo que duele…
Quédate a tomar el té.
Acepto el regalo que escondes.
Sonrío.
Ahora.
Solo tengo presentes.
Escribió Cortázar, que nada está perdido,
si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de
nuevo. Y estoy completamente de acuerdo.
Esto quiere decir que cuando eres sincera
contigo, cuando te dices la verdad respecto de lo que sientes y lo asumes al
100%, con lágrimas en los ojos o no, justo ahí cuando sientes, cuando lo
sientes, cuando lo traes a la luz, estás lista para volver a empezar.
Cuando alguien «se vuelve pedacitos», o
mejor aún, partículas, eso es polvo. Y del polvo nacimos. Así que volverse
polvo también es renacer.
Quizás te digas:
Me siento tan infeliz, desdichada, sola
abandonada, triste, (o lo que quieras agregarle).
Me siento tan vuelta pedacitos, que no sé
si pueda volver a reconstruirme.
Y lloro por eso…
Océanos.
Y miro todo ese dolor que cargo, y no sé
cómo hacerlo desaparecer.
Sin embargo…
Una voz me dice que no luche, que no lo
desaparezca.
Y mi corazón escucha.
Silencio.
Ya no quiero desaparecerlo.
Debo fundirlo en mí.
Está flotando a un lado porque creo que
viene a destruirme.
Creo que es malo.
Y creer esto me causa dolor.
Así que respiro.
Inhalo.
Exhalo.
Son memorias viejas.
¿Ni siquiera son mías sabes?
Vienen a través de mí porque tienen sed.
Y Yo Soy un río de vida. Soy agua.
Y lo saben.
Soy la única que puede darles de beber.
De modo que les digo humildemente:
GRACIAS POR VOLVER.
Por ayudar. Yo puedo limpiar.
GRACIAS.
Eras la pieza faltante.
GRACIAS.
Aprendí a creer que todo este dolor era yo,
pero no soy yo.
Yo soy un río de vida. Soy movimiento.
GRACIAS.
Respiro.
Todo esto cabe en el amor que Yo Soy.
Todo se disuelve en el amor que Yo Soy.
Acepto.
Y entre todo este llanto, sonrío.
GRACIAS.
Sonrío.
Lloro. Y sonrío.
La vida es corta. Es una ensoñación.
Sonrío.
Gracias por todo esto. Solo gracias.
Ahora estoy vestida de gratitud.
Sin historias en mi cabeza.
Gracias.
A todo lo que duele…
Quédate a tomar el té.
Acepto el regalo que escondes.
Sonrío.
Ahora.
Solo tengo presentes.
De mañana me encargaré mañana.
Hay varias maneras de dejar ir. Esta es
una.
Gracias por leerme.
Viví
Foto: Pixabay.com
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