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miércoles, 22 de enero de 2014

No es necesario identificar la memoria a borrar.

No es necesario identificar la memoria. De hecho, en la mayor parte de los casos, nos será imposible identificarla… simplemente porque está fuera de nuestro alcance en esta vida. Muchas veces, desde mis memorias, puedo darme una idea de lo que hay que limpiar. Pero no estoy identificando la memoria, sino la emoción que tiene lugar dentro de uno mismo como respuesta a ese problema en particular.

Las emociones no son muchas… pero a veces hay “mezcla de ellas”. No es necesario saber cuál es la emoción… lo importante es prestar atención a eso que surge, para poder liberarlo. Pero nos sirve muchísimo para hacer la conexión interna.

Qué estoy haciendo cuando trato de identificar la emoción? Me estoy conectando
con mi Unihipili (Niño interior). Estoy identificando eso que me está perturbando y que, por lo tanto, está atormentando a mi Unihipili. Estoy mirando “adentro”. Me estoy prestando atención a mí mismo.

Hay emociones que uno no quiere reconocer…, ni siquiera con uno mismo. La emoción de impotencia “justiciera”, esa emoción que dicta: “quiero que el otro pague, quiero que se haga justicia, quiero que sienta lo mismo que estoy sintiendo ahora (algo prácticamente imposible que suceda…)” es una de ellas. Si encuentran una resistencia, lo más probable es que se trate de una emoción de impotencia “justiciera”. La llamo así porque la emoción más fuerte es la impotencia, pero en realidad se trata de una mezcla de emociones tóxicas.


Esta forma de prestar atención a mis emociones me ha servido mucho para acostumbrarme a conectar con mi Unihipili. “Qué es esto que estoy sintiendo?”… “me gusta esto que estoy sintiendo?”… “Como yo lo he creado, entonces yo puedo cambiarlo” (100% responsable).

Como uno, normalmente, no reconoce que eso que está experimentado “afuera” es un reflejo de “adentro”… sólo el simple rechazo, sin tanto análisis, ya debería ser un “disparador” de la limpieza.
De otro modo, guardarás eso para acumular con otras emociones tóxicas… y eso se reflejará en tu experiencia la mayor parte del tiempo. Eso que guardas en tu corazón, se refleja en tu experiencia, y es lo que “impregna” todo tu Ser.

Nadie más que uno mismo define qué es lo que entra ó sale de su propio corazón. Nadie más que uno mismo decide eso que se quedará guardado en su propio corazón.
Todo lo que hay en tu corazón, lo guardaste allí por propia decisión. Nadie puede “poner” ó “sacar” nada de allí. Esa es TU responsabilidad.

Eso que guardas en tu corazón es lo que te define en ese momento. Puedes cambiar eso cuando lo decidas. Todos tenemos la capacidad de definir qué guardaremos allí.
Si quieres guardar resentimiento… no habrá lugar para el Amor. Si quieres guardar autocompasión… no habrá lugar para la felicidad. Si quieres guardar angustias… no habrá lugar para la alegría. Si quieres guardar enojo… no habrá lugar para la libertad. Si quieres guardar el juicio… no habrá lugar para la Unidad.

Tienes la capacidad de elegir cómo es tu corazón.

Puedes elegir un corazón grande, expandido y feliz, o uno pequeño, contracturado y triste.
Tu corazón es tu tesoro.

Guarda allí sólo lo que de verdad consideres valioso.

Si no sacas de allí lo que no te gusta, se comprime y se deteriora.

“Hay dos lobos peleando dentro de tu corazón… uno se llama miedo… el otro se llama Amor. Sabes quién gana? Aquel al que alimentas.”

    “Cuando surge un problema, o cualquier cosa que te perturbe… busca DENTRO de ti. No hay otro lugar para buscar”. Morrnah Simeona.

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