Anécdota de Buda: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS
En una ocasión un hombre vino a Buda y le escupió la cara, sus discípulos, por supuesto estaban enfurecidos.
Ananda el discípulo más cercano, dirigiéndose a Buda dijo: ¡Esto pasa de la raya! Y estaba rojo de ira y prosiguió: ¡Dame permiso! ¡Para que le enseñe a este hombre lo que acaba de hacer!
Buda se limpió la cara y dijo al hombre: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Has creado una situación, un contexto, en el que he podido comprobar sí todavía puede invadirme la ira o no, y no puede, y te estoy tremendamente agradecido, y también has creado un contexto para mis discípulos, principalmente para Ananda mi discípulo más cercano.