Pareciera que las cosas buenas cuando nos ocurren vinieran de a poco y no una tras otra sino una a la vez. Hoy te voy a contar un secreto. Hay un secreto de cómo maximizar la sincronicidad de las manifestaciones positivas en tu vida, pero primero me quiero asegurar de que sabes y comprendes que nosotros somos los creadores de nuestra realidad.
Si no lo sabías, te afirmo que así funciona el universo. Tenemos los mismos dones de Dios porque fuimos creados a imagen y semejanza de él. Somos seres creadores. Nosotros creamos o atraemos, (no sé cuál palabra te resulta más familiar) las circunstancias que experimentamos. (si quieres saber más al respecto, lee el artículo de Realidades Paralelas)
Entonces si nosotros somos los creadores de nuestra realidad por medio de nuestras vibraciones que emiten nuestros pensamientos y sentimientos, ¿por qué nuestra realidad no es más alegre? ¿Por qué no creamos más cosas maravillosas para nuestras vidas? La razón es que todo lo que pensamos y sentimos se origina en nuestras creencias subconscientes, y nosotros no tenemos idea de toda la enorme cantidad de creencias y definiciones que tenemos acumuladas. No estamos conscientes de nuestros programas y tampoco tenemos control sobre lo que pensamos y sentimos.
Cuando ocurre algo en nuestra realidad, sea lo que sea, es porque
nuestra vibración se iguala a la vibración de lo que manifestamos. Todo existe simultáneamente, no es que creamos o atraemos algo. No, todo existe ya porque solo existe el ahora, el tiempo lineal es solo una ilusión de nuestra mente terrenal. Todo ya fue creado. Lo que no se encuentra en nuestra realidad no es que no exista, lo que ocurre es que nos resulta invisible para nosotros aquello con lo que no vibramos. Cuando manifestamos algo, cuando algo ocurre es porque nuestra vibración iguala a la vibración de lo manifestado, entonces algo que ya existía, que ya estaba allí, se torna visible para nosotros. Todas las cosas, todo lo que podemos crear o manifestar está allí, ya existe pero hasta que nuestra vibración no es igual, será invisible para nosotros.
¿Por qué cuando nos ocurre algo bueno, no se repite?
Ahora bien, si ocurre algo que nos agrada, la razón para que no vuelva a ocurrir inmediatamente más de lo mismo ,una vez tras otra, es porque en seguida que nos ocurre algo bueno, queremos más, y al querer más, dejamos de vivir en el presente, comenzamos a desear algo y eso nos lleva al pasado o al futuro. Nuestra vibración cambia, y nos ubicamos en la carencia, en la falta de algo. En seguida que ocurren cosas buenas para nosotros, nos preguntamos ¿qué más hay? ¿Qué sigue, que quiero más?¿ qué viene ahora? Y perdemos esa conexión. Ya nuestro estado cambia. No tienes que ir al futuro a ver que más vas a lograr porque pierdes ese estado vibratorio que te permitió manifestar lo que es de tu preferencia.
La mejor manera de seguir conectados a una misma vibración es reconocer lo bueno que nos ocurre, agradecerlo, apreciarlo y por último mantenernos en un estado de permitir. Un estado de apertura. De este modo no hay cambios en nosotros y estamos abiertos a recibir más sin tener que desearlo; sin crearnos la necesidad.
Asi que cuando ocurre algo que te alegra y que es de tu preferencia, párate allí, no pidas más, permítete reconocerlo, apreciarlo y agradécelo.
Por eso es sabio utilizar el hoóponopono cuando algo bueno llega a tu vida. Te permite estar en el presente y no buscando algo más. Tu mente deja de pensar y está abierta a recibir.
No salgas del momento presente, ese es el secreto. Ese es el secreto de cómo manifestar puras cosas positivas para tu vida. Apreciar, agradecer, reconocer y permitir te mantienen en el ahora sin cambiar tu vibración.
Practícalo y manifiesta todo lo mejor para ti.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
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