Busco las drogas para sentirme bien. Quiero dejarlas y ser feliz.
Me preguntas cómo desapegarnos de la dependencia y necesidad que tenemos de las drogas, sean calmantes o excitantes, como el alcohol, el tabaco, el sexo, el juego, la comida, la adrenalina, o lo que sea que necesitemos hacer en exceso, obsesionados con eso, con la necesidad de eso.
Y es irónico, porque a medida que expandimos la conciencia, la satisfacción que recibimos de las adicciones se hace cada vez menor, y también comenzamos a ver que las cosas que mas deseamos son las que generalmente nos hacen sufrir.
El sufrimiento viene de la necesidad. Sentimos que sin eso en particular no estamos completos, no estamos satisfechos. Pero como cualquier dios falso, cualquier droga, lo que sube tiene que bajar. Cuando las drogas no están en nuestro sistema nervioso, nos sentimos enfermos. Todo lo que tiene un punto alto, es siempre seguido por la desilusión y por la necesidad de adquirir aquello nuevamente.
Pero cuando comenzamos a
enfocarnos en amarnos a nosotros mismos en lugar de abandonarnos a merced de cualquier cosa externa, el amor comienza a expandirse y las adicciones se van cayendo naturalmente. Y a medida que el sistema nervioso se limpia y vibra en una frecuencia de energía más elevada, el cuerpo empieza a rechazar las toxinas físicas. Porque para sostener la verdad - para sostener la conciencia - necesitamos que nuestro sistema nervioso sane y eleve su vibración.
A medida que nuestra conciencia se expande, los apegos emocionales o adicciones comienzan a mostrarnos la necesidad que los causa. Es lo que sucede en las relaciones humanas: una persona normalmente refleja la necesidad y la otra persona refleja el abandono. Cuando una de las personas siente necesidad o comienza a aferrarse, la otra se aleja, porque se siente sofocada y con miedo. Y ese abandono también genera, en la otra persona, miedo.
Pero estén muy claros, ambas personas están experimentando miedo. Sólo tienen reacciones opuestas.
La necesidad está siempre asociada con el miedo: el miedo a la pérdida. Y esto no tiene nada que ver con la vibración del amor, porque requiere una cantidad muy grande de control y máscaras para poder sostenerse.
La ironía es que el control y las máscaras no engañan a nadie, porque en realidad, la ilusión afuera - o la persona afuera - somos nosotros mismos, y cada uno puede ver a través del miedo. Cada uno puede ver más allá de las máscaras.
Entonces, a medida que la conciencia se eleva, las adicciones comienzan a caer. Y si nos aferramos, sufrimos cada vez más. Por supuesto, en los viejos tiempos en que solíamos ser robots, simplemente podíamos cambiar una adicción en el afuera por otra de diferente forma. Pero ahora que ya no somos robóticos, la vida comienza a mostrarnos a nosotros mismos, y ya no podemos ignorar la verdad. Necesitamos comenzar a soltar y encontrar la plenitud adentro.
Esto puede dar mucho miedo y podemos sentirnos muy inseguros, pues es como saltar al vacío, a lo desconocido. Pero una vez que saltamos la recompensa es ilimitada, porque ese salto de fe siempre es recompensado por el amor incondicional. Ese salto de fe permite que la ilusión del miedo se disuelva.
Isha
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