Posted on 11/09/2010 by Reikibarcelona
por Deborah King – del New Times.
Traducción de Andrea Mussini
Traducción de Andrea Mussini
“Podemos apelar a la Divinidad que conoce nuestra heliografía personal, para la sanación de todos los pensamientos y recuerdos que nos están deteniendo en este tiempo”, comparte suavemente Morrnah Simeona. “Es un asunto de ir más allá de los medios tradicionales para acceder al conocimiento sobre nosotros mismos”.
El proceso al que Morrnah se refiere está basado en el antiguo método Hawaiano de reducción de tensión (liberación) y resolución de problemas llamado Ho’ oponopono. La palabra Ho’oponopono significa corregir, rectificar un error. Morrnah es una nativa Hawaiana Kahuna Lapa’au.
Kahuna quiere decir “guardiana del secreto” y Lapa’au significa “especialista en sanación”. Ella fue elegida para ser una kahuna cuando era una niña pequeña y recibió su don de sanación a la edad de tres años. Es la hija de un miembro de la corte de la reina Luliuokalani, la última soberana de las islas Hawaianas. El proceso que se trae ahora a colación es una modernización de una antiguo ritual de limpieza. Ha probado ser tan efectivo que la han invitado a enseñar este método en las Naciones Unidas, la OMS y en instituciones de sanación en todo el mundo.
¿Cómo funciona el Ho’oponopono? Morrnah explica: “Somos la suma total de nuestras experiencias, lo cual quiere decir que estamos agobiados por nuestro pasado. Cuando experimentamos tensión o miedo en nuestra vida, si miramos detenidamente, encontraremos que la causa es realmente un recuerdo. Son las emociones que están atadas a esos recuerdos las que nos afectan ahora. El subconsciente asocia una acción o persona en el presente con algo que ocurrió en el pasado. Cuando esto ocurre, las emociones se reactiva y se produce la tensión”.
Continúa: “El propósito principal de este proceso es descubrir la Divinidad adentro de uno mismo. El Ho’oponopono es un don profundo que nos permite desarrollar una relación trabajada con la Divinidad en el interior y aprender a pedir que en cada momento nuestros errores en pensamiento, palabra, hecho o acción sean limpiados. El proceso es esencialmente acerca de la libertad, completa libertad del pasado”.
Cada recuerdo de cada experiencia, desde el primer momento de nuestra creación, hace eones de tiempo, está grabado como patrón de pensamiento el cual está almacenado en el reino etérico. Este increíble grabador/computador también es conocido como el subconsciente, unihipili o aspecto niño en nuestro interior. El niño interno es muy real y comprende una parte del Ser. Los otros aspectos son la madre, también conocida como la uhane o mente racional, y el padre, el supraconsciente o aspecto Espiritual. Los tres forman la familia interna, la cual, en conjunto con el Divino Creador, forma el Ser de uno, la Identidad. Cada ser humano en creación, cada planta, átomo, molécula tiene estos tres seres y sin embargo cada heliografía es completamente diferente.
La tarea más importante para las personas es la de encontrar su verdadera identidad y su lugar en el Universo.
El propósito del Ho’oponopono es : 1) Conectar con la Divinidad interior momento a momento; 2) Pedir que el movimiento y todo lo que este contiene sea limpiado. Sólo la Divinidad puede hacerlo. Sólo la Divinidad puede corregir o borrar recuerdos y formas de pensamiento. Así como la Divinidad nos creó, sólo la Divinidad sabe lo que le ocurre a una persona.
En este sistema no hay necesidad de analizar, resolver, manejar o superar problemas. Como la Divinidad creó todo, puedes ir directamente a ella y pedirle que todo sea corregido y limpiado.
En el área de resolución de problemas el mundo es un reflejo de lo que ocurre en nuestro interior. Si estás experimentando desequilibrio o malestar, el lugar a mirar es en tu interior, no fuera hacia el objeto que percibes como causante de tu problema. Cada tensión, desequilibrio o enfermedad puede ser corregido sólo trabajando en ti mismo. Es importante mencionar que este sistema es fundamentalmente diferente de otras formas de Ho’oponopono. En los métodos tradicionales, todos los que están involucrados en un problema necesitan estar físicamente presentes y resolverlo juntos. En el sistema de Morrnah todo puede ser tratado por ti y la Divinidad. No necesitas ir ni una pulgada afuera de ti mismo para obtener respuestas o ayuda. No hay nadie que pueda darte información más relevante que la que puedas obtener yendo a tu interior.
Morrnah recomienda especialmente Ho’oponopono para aquellos que están en la profesión de sanación. “Es importante clarificar patrones kármicos con tus pacientes antes de que empieces a trabajar con ellos, para que no active viejos asuntos entre ustedes. Quizás no tendrías que trabajar con esa persona de ninguna manera. Sólo la Divinidad sabe. Si trabajas con una persona y no es tu asunto, puedes tomar sobre ti el problema de la persona y todo lo que está asociado a él. Esto puede causar una destrucción. Ho’oponopono te da las herramientas para prevenir que eso ocurra”.
Morrnah deseó para nuestra sociedad Occidental que todos hicieran algo para reducir la tensión. “Las personas Occidentales tienen gran dificultad en dejar atrás el intelecto. Es difícil para la mente Occidental obtener la comprensión de un Ser Elevado porque en las iglesias occidentales tradicionales, los Seres Elevados no se hacen evidentes”. Continúa: “El hombre occidental se ha ido a los extremos con su intelectualización, la cual divide y mantiene a las personas separadas. El hombre entonces se convierte en destructor porque maneja y soluciona en lugar de perpetuar la fuerza de la Divinidad fluyendo a través de él hacia la acción correcta”.
Morrnah trabaja con su socio, el doctor Stanley Hew Len, que estuvo varios años en el Hospital Estatal Hawaii como psicólogo clínico. Obtuvo profundos resultados empleando este proceso con los criminales más peligrosos, violentos y “mentalmente enfermos”. Sin embargo él nunca les habla, de hecho, ni siquiera los ve. Escribe sus nombres y luego trabaja sobre sí mismo. Limpia sus juicios, creencias actitudes y le pregunta a la Divinidad lo que puede hacer por la persona. A medida que esos apegos y recuerdos se limpian, el paciente mejora. “La Divinidad”, comenta Stan, “dice que es tiempo de llevar todos los niños a casa”.
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