Si estás viendo la violencia externa y sientes rechazo, si te afecta y la sufres, es índice de que existe un lugar interno en donde debes conectarte más contigo mismo y encontrar ese espacio en el que estás siendo violento o te estás constantemente juzgando por todo, ese lugar donde eres agresivo contigo, - seguramente también con los demás, - o tienes esas explosiones, u oscilas en la pasividad, pero más allá de como sea, lo importante es que te conectes, porque esto tiene su comienzo adentro.
¿Cuántos de nosotros nos la pasamos constantemente criticándonos? “No lo hice lo suficientemente bien”, “no lo hago bien”, “todos lo hacen mejor que yo”, “no me veo lo suficiente bien”, “la gente me rechaza”. Si empiezas
a ver la programación grabada internamente, aquellos pensamientos que siempre tuviste y que es como si se hubiesen quedado congelados en el tiempo, vas a ver cómo, en realidad, adentro existe un calco de lo que sucede afuera. Entonces, cuando uno ve eso, finalmente se puede conectar con algo: “Ahhh, siii, veo eso, veo por qué estoy creando esta situación” o “veo por qué me afecta tanto” o “veo por qué reacciono así frente a algo tan insignificante”, etc. Y así, te puedes hacer cargo de tu parte, y crecer, cambiando, más allá de ese lugar.
Todos criticamos lo que sucede afuera, la inseguridad, la violencia en todos los sectores, el maltrato, la corrupción. Pero verás que cuando te conectes realmente dentro de ti, sin criticarte sino viendo - con el ánimo de evolucionar - podrás transformar la inseguridad interna, podrás dejar de ser violento internamente como respuesta a cosas mínimas o equivocaciones en lo cotidiano, te tratarás bien y con respeto, consumiendo lo que te favorece, cultivando tu salud, ejercitando tu cuerpo, y - lo que nos es más difícil de ver - acabarás con la mentira internamente, acabarás con el autoengaño, aquello que se dice y hace por complacer al otro pero sin sentirlo realmente, y que luego se transforma en resentimiento, lo que da lugar a otro combate interno. ¿Te resuena esto?
Lo que yo veo es que el compromiso no es en lo externo. Si vas conectándote internamente, verás que ese compromiso es algo tuyo, verás que cuando no se comprometen con vos es porque vos no te estás amando, porque en el fondo de todo no piensas que mereces. Y a todos nos pasa y no somos conscientes de estas cosas, y como tenemos esta idea tan arraigada de que no merecemos, comenzamos a buscar lugares en lo externo que reflejen eso, seguimos creando eso, y pensamos: “¿Por qué esa persona no me ama?, ,¿por qué esa persona no se compromete?” Y luego, cuando te conectas internamente, encuentras este lugar en donde sentís que no mereces. “Ahhh, ese es un lugar en donde no me comprometo conmigo misma, yo no me estoy amando a mi misma, no me estoy valorando.”
De modo que todo lo que ves en lo externo es una invitación para ir a conectarte adentro y abrazarte allí, esto es lo que yo llamo sanarse: poner armonía donde hay disfunción. Es amándose como se establece esa paz, amándose y diciendo SÍ a la experiencia interna. Uno dice SÍ recibiendo el crecimiento que nos trae todo lo que la vida nos muestra. Todo se puede usar para ir adentro y sanar.
Y por eso siempre digo, “cuando uno se sana a uno mismo, trae paz al mundo”. Imagina cada persona haciendo esto, en lugar de responder al constante combate externo, micro o macro, que es pelea al fin y al cabo. Imagina cada persona amándose y diciéndose SÍ en esos aspectos que están evolucionando, ¿cómo recibirá al prójimo que tiene los mismos aspectos? Amándolo, comprendiéndolo, compartiendo experiencias, evolucionando juntos, colaborando en crear lo mejor para todos. ¡Imagina si enseñamos esto a los niños desde el principio! La violencia en la escuela como reflejo de la familia desaparecería, y desde el principio aprenderían la fuerza de un “nosotros” en acción, cooperando, vibrando en amor, creando paz en esa unidad.
Isha
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