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lunes, 9 de mayo de 2011

Cómo ser mujeres más seguras


Ustedes preguntan cómo podemos superar el sentir de inseguridad interna frente a todo lo que sucede en el mundo externo. Isha nos cuenta cómo podemos superarlo.
El tema de la inseguridad nos bombardea por doquier, las noticias locales y del mundo, el salir a la calle, la naturaleza, nuestros niños... Una sensación de pánico está silenciosamente presente condicionando nuestras decisiones y lo que elegimos hacer. Nuestras reacciones muestran esto muchas veces y con claridad, y nuestros hijos nos lo muestran también. El miedo nos agobia entonces. ¿Qué podemos hacer?


Para empezar, no rechaces la inseguridad que sientes, si lo haces te seguirá persiguiendo y será cada vez mayor. Te propongo sanar el dolor que carga, porque si bien tenemos un millón de excusas externas para justificarla, vienen de un lugar muy profundo en nuestro interior. Yo también solía hacer eso, negaba y no toleraba mi inseguridad. Si me sentía tímida o intimidada, no lo soportaba. Yo tenía una idea de quién era yo, y cuando este monstruo salía y me sentía nerviosa, lo tenía que esconder, y ¿cómo lo escondía?: bebiendo, mintiendo, o haciendo lo que fuera para deshacerme de él, porque yo tenia una idea, una forma en la que me tenia que presentar a los demás. Todos los humanos hacemos esto. Entonces, no se trata de seguir escondiéndolo, sino de mirar ese lugar y aprender a amarlo, a abrazarlo en nosotras mismas y así, ya no nos perseguirá en lo exterior.

Si un niño está asustado, ¿ lo castigas por eso? ¡No! Lo amas, le hablas, lo consuelas, ¿verdad? Somos así con nuestros niños, pero no con nosotras mismas. Con nosotras mismas somos violentas y no aceptamos esas partes, así que primeramente, tenemos que aprender a aceptar cada parte, no resignadamente, no sintiendo fracaso, sino aprendiendo a amar a esa niña y permitiéndole que vea más allá de eso.

¿Cómo puedes lograr esto? En mi vida he aprendido que hay una sola manera: siendo honestas y descubriendo primeramente lo que sentimos. Tantas veces ignoramos totalmente nuestro sentir, o lo rechazamos, y de esa manera sólo crece, porque la naturaleza de las emociones es el fluir, no el estancarse, y cuando las ignoramos se hacen mayores. Luego, enfrentando eso que sentimos o tememos. Caminando hacia esos miedos, yendo directo hacia ellos y rápidamente, como si fueras a abrazar al monstruo que te asusta, y de pronto desaparece entre tus brazos. No era más que una idea, una mala interpretación de un susto pasado, algo que no es realidad y que hemos estado alimentando toda nuestra vida. Cuanto más rápido vayamos hacia ellos y los atravesemos, logrando así ir más allá de la limitación que nos imponen, más rápido la ilusión de separación, de limitación, de sufrimiento, de miedo, caerá, y podrás ver cómo la energía que creó ese miedo se transforma. ¿Y qué queda entonces? Siempre queda más amor, siempre del otro lado del miedo, cuando éste se disuelve, está el amor, siempre hay más amor. Pero tienes que exponerlo desde un lugar amoroso también, no de agresión, tampoco ignorarlo. Si lo tratas de evitar se transforma en un tsunami. Atraviesa eso y abraza todo.

Ahora bien, estás por salir a tu trabajo o llevando a los niños al colegio, o yendo a dar un examen, y surge la ansiedad, en esa ansiedad está la carga y expectativa de que las cosas sean de la manera que tu quieres que sean, tal vez esa ansiedad a veces toca la línea de un pánico en el cual estarás ahí controlándolo todo. Ya sabemos que si le peleas, eso no pasa, si lo ignoras, se agranda y dispara, y si lo adormeces, queda por debajo y te mantiene viviendo cada vez más en la superficie. Entonces, te propongo que vayas más profundo en tu sentir, más allá de la ansiedad que produce esa inseguridad – como si fueras a sumergirte en el mar yendo más allá de las olas que rompen alto con su cresta arremolinada en la espuma - y verás que todos los pensamientos y sentires que la acompañan se tornan más suaves y silenciosos, como cuando estás debajo del mar y puedes ver arriba el movimiento, pero tu estás en calma. Y así, encontrarás algo más.

Y déjame decirte, que cuando te transformas en amor-conciencia, cuando el amor incondicional a uno mismo se torna en una fuerza que te llena abundantemente, entonces, de la misma manera, fluye hacia todo y hacia todos. Y entonces sí se transforma en una fuerza magnética poderosa que atrae todo hacia ti, y tus creaciones superarán tus expectativas. Verás que, en realidad, nunca te ha faltado nada y que todo está aquí y ahora, porque cuando te sientes así, todo viene hacia ti. Cuando sueltas las expectativas que te llevan a un futuro que no existe y te alejan de este momento, puedes encontrarte en el presente, anclada, sintiendo lo que es, viendo con claridad y decidiendo desde esa seguridad que ya está instalada en ti, y sabe, y que por sobre todo, es tu brújula, tu timón, tu guía total. Eres tu misma eligiendo lo que es mejor para ti, siempre.

Cuando te anclas en este espacio, estarás siendo el amor y te sentirás completa dentro tuyo. Entonces, sé el amor, elige el amor y simplemente vendrá hacia ti, pero sólo enfócate en dar y dar y dar, pues no hay límite.

Fuimos entrenados para pensar que todo es limitado, y este pensamiento nos lleva a esa ansiedad e inseguridad. Pero ahora, a enfocarse en el amor y a vivir la abundancia ilimitada de la creación. Te invito a crear esta experiencia, y me vas contando tu sentir. Hasta la próxima columna.

ISHA



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