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miércoles, 16 de febrero de 2011

¿Eres celosa o celoso?




Isha nos convoca a darle una buena mirada a los celos.
lunes, 14 de febrero de 2011

Si lo miras intelectualmente, lo que estás diciendo con tus celos en realidad es: "yo no valgo nada, y ese/a que está allí es más atractivo/a y vale más que yo".

Esa es la verdadera raíz de los celos: el sentir que no valemos nada, que somos descartables porque alguien o muchos valen más que nosotros y en cualquier momento vamos a perder. Los celos pueden ocurrir en la pareja, en la familia, en el trabajo. En cualquier ámbito este sentir interno se puede recrear.


Demos una mirada, por ejemplo, a la situación con tu pareja: no confías en tu pareja cuando habla con otros hombres o mujeres, dependiendo. Te da inseguridad. Lo que en realidad estás diciendo es: yo no valgo nada, otro es más atractivo que yo.

Entonces, ¿hacia dónde tiene que apuntar el dedo? Porque no puede seguir apuntando hacia afuera, acusando al otro de sentirnos así, reclamándole: “estás coqueteando, no confío.”

No más. El dedo que acusa tiene que empezar a apuntar hacia ti mismo, adentro, y preguntarte: 

"¿Por qué estoy con alguien en quien no confío?" 

"¿Por qué no creo que valgo?" "¿Por qué creo que no soy suficientemente bonita, atractiva, interesante, merecedora de amor???" 

"¿Por qué yo no me estoy amando a mí misma?" "¿Por qué no es ésa mi primera elección, en vez de alimentar mi inseguridad y desvalorización?"

La respuesta a esto es obvia, pero ni siquiera nos ponemos a pensar en ello porque estamos demasiado enfocados en lo de afuera. Nos enfocamos en lo que el otro tiene, en lo que me puede sacar, en cuánto mejor son los otros, o lo que sea.

Entonces, en última instancia, esta situación vuelve a un solo punto, y esto es lo que tenemos que ver, sentir y sanar: “Yo no me amo a mi misma/o”. Porque si te amaras, serías el amor para contigo misma, y no asumirías, ni siquiera pensarías en que no vales, ni qué perderías, porque sabrías que vales todo el amor, y si alguien quiere irse de tu lado, no se va a llevar una parte tuya consigo, porque estás completa por dentro y nada va a afectar eso.

Estarías triste por unos días, sintiendo, pero no te perderías en eso porque sabrías que vales, que mereces, estarías clara en que “yo me valoro y si alguien no lo hace es asunto suyo, no tiene que ver conmigo, porque yo me amo y yo doy mi amor a quien esté dispuesto a recibirlo, y si no quiere recibirlo, lo suelto, no necesito quedarme sufriendo, lo dejo ir".
 Es simple ¿verdad? Pero no lo vemos tan simple cuando lo estamos viviendo, yo sé, pues yo era la peor, ¡no me amaba para nada! . No sentía que tuviera ningún valor, y esto no tiene que ver ni con la belleza, ni con el dinero que tengas, o el éxito. Nada de eso importa. Tiene que ver con cómo te sientes contigo  misma, y el punto es que la mayoría de los humanos no se aman a sí mismos, así que no pienses que esto es algo extraño, pues todos tienen este aspecto, incluso aquellos que no lo reconocen.

Pero lo importante es elegir, dejar de sufrir en esa área. Si el otro no nos da algo y nos duele, comenzamos a darnos eso a nosotros mismos, ¿si?

Entonces, esta semana, aprovechando que estás de vacaciones o teniendo tiempo libre, observa todas esas historietas que tu cabecita va armando, en las que te tira para abajo como si fueras menos, en la que te vas sintiendo hasta angustiada, esos detalles en los que sientes que no vales. Haz una listita, y empieza a abrir la posibilidad de darte eso tu mismo, de amarte allí donde te abandonas, de decirte: ¡Si, valgo!, en lugar de temer ser descartable. ¿Sí?.

ISHA

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